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sábado, 9 de marzo de 2013

sábado, 9 de marzo de 2013

Cap. 14 de "Plan de Conquista... ¿y después?" de Akary Kinomoto


La mayoría de estos personajes no me pertenecen, son propiedad absoluta de Sunrise… u.u
Nota:  Este capítulo se encuentra dividido en tiempo. La parte de Shizuru es lo que paso luego de lo del hospital, la parte de Natsuki es una semana después, y el final, donde aparece nuevamente Shizuru, la ultima parte, ya es el presente...

PLAN DE CONQUISTA… ¿Y DESPUÉS?
Cap.14. “La Verdad… ¿Y Después?”.

Autora: Akary Kinomoto.
– Ya pronto poseeremos el imperio Wong –decía emocionado su padre dentro del carro. Ella observaba la calle. Jiro sacó su celular– señor Wong, todo estará listo en una semana –comentó más tranquilo mientras hablaba por teléfono. Mientras Jiro hablaba, ella se mantenía impávida, observando. Sentía su celular vibrar, la estaban llamando. La estaba buscando. Cerró sus ojos en un intento de calmar la sensación de ansiedad por querer contestar. Se hubiese mantenido de ese modo si no fuera por el motor de una moto que la sacó de su estado.
– Natsuki –susurró viendo el vehículo que se encontraba en su ventana– Pero ¿cómo…? –pensó, pues nadie más que su familia conocía ese camino. El conductor le hizo una seña, que ella logro traducir a “ponte segura”, luego de eso, aumentó la velocidad para colocarse al frente del carro en el que iba y se adelantó un poco más, aprovechando la ventaja para dar la vuelta y hacerle frente al automóvil donde iba.
– ¿Qué demonios? –preguntó el conductor en lo que pateaba el freno, y se detenía a unos centímetros del motociclista. Fue entonces que ella observó hacia atrás y se encontró con otros dos carros negros y polarizados que se habían detenido al igual que ellos. El motociclista sacó un arma y la apuntó directo al conductor. Dos hombres se bajaron de cada carro y se aproximaron hacia donde se encontraban, uno de ellos les pidió que todos se bajaran del carro, todos, menos ella. En cuanto su padre y el conductor se bajaron, tres hombres se montaron en el carro. Uno en el asiento de conductor, otro en el de pasajero, y el último, justo a su par. El motociclista se retiró del camino y el auto se puso en marcha. Ella se mantenía sujetando fuertemente el cinturón, y pensando a toda prisa en una forma de escapar. En eso se encontraba, hasta que una voz hizo que se relajara.
– Hola, hija –dijo la persona que se encontraba a su lado, al observarlo notó que se quitaba la peluca y surgía una melena castaña conocida.
– ¿Akemi? –preguntó para terminar de cerciorarse.
– Me has tenido bastante preocupada –confesó con una sonrisa.
– ¿Yo? ¿Por qué? –preguntó al fin relajándose.
– Bueno, por un momento creí que no lograría llegar a tiempo para ayudarte.
– Lo has hecho –dijo suspirando.
– Si, pero esto aun no se ha acabado –murmuró atrayendo la atención de la castaña menor.
– ¿De qué hablas? Detuviste a pa… Jiro –corrigió, al sentir que el término de “padre” o “papá” no le quedaba a ese hombre.

– No, detuve uno de sus objetivos, pero todavía no lo detengo a él –aclaró, pero al ver la duda creciente en su hija, prosiguió– Jiro tiene muchos planes, planes que afectan a muchas personas y que por ley, nos afectan a nosotras –siguió observando a su hija detenidamente– muchos de ellos solo se viven en pesadillas y todos ellos, han sido creados con el propósito de que los Fujino lo controlen todo.
– ¿Para qué?
– Pues, para tener más poder del que nadie debería –continuó– tu abuela y yo hemos estado saboteando cada uno de sus estrategias, pero cuando me enteré de lo de tu boda con los Wong ya era bastante tarde –entristeció levemente su mirada– esperaba que estuvieras tan lejos que él no te pondría en su plano de juego.
– Eso mismo creí yo –aceptó.
– Pero, lo que no pensé es que él deseara con tantas ganas el poder de los Wong, tanto así que cometiera la estupidez de dañar a Alyssa-san.
– ¿Puedo volver con ellas? –preguntó con anhelo.
– No, aun no. Pero esperemos que pronto.
– Tenemos que ayudarlas, Jiro…
– Yo sé –la interrumpió– pero tenemos de nuestro lado a Suzume-san, ella las cuidara.
– No estoy tan segura, la abuela ha estado poco sobria últimamente –ante esa declaración, Akemi formó una sonrisa.
– ¿Verdad que es buena actuando?
– ¿Eh?
– Verás, si tu abuela se mantenía en total control probablemente también la hubiesen intentado eliminar, pero estando en “estado alcohólico”, no la verían como una amenaza.
– ¿Ha estado fingiendo?
– ¿No lo notaste cierto? Era lo mejor… para poder protegerlas.
– Y para que Jiro no la matara… como a mamá –susurró tristemente, sorprendiendo a Akemi.
– Jiro no mato a Ayame.
– Pero el dijo…
– Tu padre se volvió loco en cuanto mi hermana murió, y se culpo a él mismo de la muerte de ella por sus proyectos ambiciosos, que hacía a espaldas de Ayame –explicó, y observo la confusión en Shizuru– creo que te he enredado más.
– Algo así, me explicarías bien qué fue lo que paso.
– Es bastante largo –dijo no queriendo abarcar la historia.
– Podrá ser, pero es la historia de mi familia –declaró con una mirada determinante– te pareces tanto a Ayame –pensó complacida Akemi.
– De acuerdo, pero antes –dijo en lo que abría la puerta– será mejor ponernos cómodas. ………………………………………………………………………………………………………………………………...
– Kuga, ¿me estas escuchando?
– Hn…
– Si sigues así te ganaré.
– Si me ganas es porque el ajedrez nunca ha sido lo mío.
– ¿De qué hablas, cachorra? Si tú siempre has sido buena en este juego, siempre ganabas.
– Si, pero prefiero las damas.
– Si, ya sé que eres lesbiana.
– Chinas –terminó entrecerrando sus ojos.
– ¡Oh! Y gustosa –dijo dramáticamente– con razón Fujino te dejó.
– ¡Nao! –gritó desde el otro asiento Mai.
– ¿Qué? –preguntó observando el tablero del juego.
– Sabes qué… Jaque mate –dijo ganando el juego, dejando a Nao sorprendida.
– ¿Pero cómo demonios…? –mientras la peli-roja buscaba como le había ganado, ella se levantó del asiento y se alejo de ellas.
– ¡¿Ves lo que has hecho?! –le reclamó Mai.
– Ya ha pasado una semana Mai, ya va siendo tiempo de que empiece a superarlo.
– Nadie supera las cosas tan rápido –le reclamó por lo bajo– más si no hay una explicación lógica.
– ¿No la rechazó?
– La buscó por todas partes, incluso fue a su casa, pero ya no había nadie y nuestras cosas estaban ya aquí –dijo pensativa.
– ¿Solo se fue?
– Sabes, todo esto me parece bastante extraño, es decir, ella habló conmigo y dijo que nos esperarían, en ningún momento sentí que mintiera.
– Tal vez fue secuestrada o abducida –dijo con tono burlón.
– Nao, ponle seriedad al asunto –la regaño– Natsuki la está pasando bastante mal.
………………………………………………………………………………………………………………………………...
“Natsuki, ¿me harías un favor?” –le había dicho. Todo le había parecido tan normal, ¿por qué se habría ido?
– No se fue porque quisiera –comentó su hermana a su espalda.
– ¿Cómo puedes estar tan segura? –le dijo mientras se acercaba a ella. Alyssa había sido dada de alta con la condición de que la cuidaran mucho y de que no se sobre esforzara, por tanto, tenía que estar en silla de ruedas.
– Yo sé lo que te digo nee-chan, no te rindas –la animó.
– Pero… Alyssa, es como si hubiese desaparecido de todo, no la encuentro en ningún lado –comentó con un dejo de desesperación en su voz.
– Jamás te has detenido por nada, ni siquiera porque se desaparezcan las personas, ¿qué es lo diferente ahora?
– ¿Y si lo que quería era encontrar una forma de terminar sin decírmelo directamente?
– ¿Y para eso estuvo contigo todo este tiempo? Haciendo esta farsa.
– Farsa no, teatro sí.
– Muy bien, pongámoslo así: Ella no te amaba, es decir, solo te utilizo para que su padre lo creyera, luego que vio que la trama ya había sido tragada y que su padre ya no la casaría con el joven loco ricachón rompió contigo, y de esa forma quedaría libre totalmente –le dijo casi en un regaño.
– Tienes que admitir que algo de lógica tiene.
– ¡No molestes, nee-chan! –Elevó su voz– ¿crees que planearía hacer todo eso? ¿Qué estuvo tanto rato contigo solo para nada? –Preguntó y al ver que su hermana callaba, prosiguió– no es así, yo lo sé. Ella no se fue porque así lo quisiera.
– Y yo estoy en total acuerdo con ella –habló Miyu, apareciendo frente a ellas.
– ¡MIYU! –gritó alegre Alyssa.
– ¿Dónde estabas? –preguntó sorprendida la morena.
Estaba investigando –aclaró– en lo que ustedes paseaban.
– ¿Investigar?
Su madre me encomendó la tarea de cuidarlas declaró con una mirada culpable– solo que no pude cuidar de Alyssa.
Pero…rayos… –murmuró– Lo siento Miyu, hasta yo había olvidado que habías ido con nosotras.
Esa era la intención Asintió– que nadie notara demasiado mi presencia, solo que jamás pensé que al no interactuar con nadie, me volvería invisible.
– ¿Qué investigabas?
– A su futura familia –respondió– Natsuki-san, necesita enterarse de muchas cosas.
– Todo lo que puedas decirme, ya lo sé.
– ¿Enserio? –Preguntó con sarcasmo– entonces, ¿sabe dónde se encuentra la señorita Shizuru?
– ¿Eh?
– ¿Ves como no lo sabes todo? –preguntó sonriente mientras Natsuki refunfuñaba.
– ¿Tu lo sabes? –preguntó Alyssa sorprendida.
– Así es –confirmó– ¿no quisieran sentarse?
………………………………………………………………………………………………………………………………...
– Así está bien –dijo Akemi a la sirvienta que le servía (valga la redundancia) el té. Shizuru se mantenía a la expectativa, sabía que su tía solo ganaba tiempo, pero también era consciente de que no lo haría por siempre– De acuerdo –dijo, acomodándose en el asiento.
– ¿Cómo comienza la historia? –preguntó, luego de que pasaran unos minutos en silencio. Akemi la volvió a ver, ella no quería bajo ninguna circunstancia recordar esos malos ratos, pero se lo debía.
– Empieza en tu nacimiento –comentó, después de un largo suspiro de resignación. Shizuru esperaba que continuara, sin embargo, al ver a su tía, decidió mejor darle un empujón.
– ¿Mi nacimiento? –le preguntó. Akemi parecía buscar las palabras correctas para continuar.
– Si –contestó– tu padre, como ya te lo dije, había planeado cosas a espaldas de Ayame. Uno de sus objetivos era tener dos hijas. Para cuando naciste, se hizo el hombre más feliz de la tierra –comentó con una pequeña sonrisa.
– Pero ¿por qué dos hijas? –inquirió, animándola a continuar.
– Dos hijas, dos futuros matrimonios, dos nuevas familias, dos nuevas empresas que él podría dominar –completó.
– ¿Cuáles dos familias?
– ¿No se te ocurre ninguna? –tomó un sorbo de su té, pero en ningún momento aparato la mirada de ella.
– Los Wong y los Kruger –dijo luego de analizarlo.
– Exacto –sonrió– En sus planes, Anh se casaba con los Wong y tú con los Kruger – confesó.
– Entonces ¿por qué…?
– Hace un tiempo atrás que la heredera de los Kruger desapareció, nadie sabe dónde está, o nadie lo sabía hasta hace un tiempo.
– ¿O sea que ya regreso?
– Tu padre estaba decidido a ampliar el poder Fujino –cambio de tema drásticamente– ya estaba preparado para todo, se encontraba haciendo negocios turbios cuando ocurrió el accidente de Ayame. Para cuando él se enteró del desastre ya estaba de regreso en la casa. Fuimos Suzume-san y yo las que le dimos las malas noticias –confesó con la mirada perdida– tu padre desapareció una semana, mientras tratábamos de que ustedes no cayeran en la depresión. Cuando Jiro volvió, ya había cambiado demasiado.
– ¿Por qué no recuerdo eso? –preguntó e hizo que Akemi sonriera abiertamente.
– Dios, Shizuru –comentó– ¿Cuántos años crees que tenías cuando pasó?
– ¿Siete? –dijo un tanto confusa.
– Seis.
– Ara, eso lo explica.
– Y seis acabados de cumplir –le dijo– no creo que tengas muchos recuerdos de ese momento.
– No los tengo –confesó– Supongo que de cierta manera reemplace la imagen de mamá contigo.
– Porque adopté el papel de tu madre luego del accidente –asintió– era  normal que lo hicieras.
– ¿Por ello te casaste con Jiro?
– No, me case con él porque me enamoré –confesó–, pero él ya no veía más allá de la riqueza y el poder.
– Eso explica todo, de alguna manera –murmuró, uniendo todo lo que le había dicho en su mente– Pero, ¿por qué no simplemente lo detuviste cuando me raptaste?
– Porque existe un bendito contrato donde dice que si el Fujino que controla las compañías llega a morir o le pasa cualquier cosa que le impida seguir con la empresa, entonces todos los tratos que se encuentran en proceso, deberán ser cumplidos al pie de la letra.
– ¿Quién ideó eso?
– Tu abuelo –declaró– y dado que es tu padre el que comanda la empresa,  yo no puedo hacer nada.
– ¿Y cómo lo detenemos?
– Pues, ahí entras tú y Kruger-san.
– …. ¿Kruger-san?
– Si, necesitamos que Jiro se retire, la única que puede hacerlo eres tú.
– Pero Anh es la mayor…
– Sin embargo, Anh no puede gobernar, sería igual o peor que Jiro.
– ¿Y qué tiene que ver Kruger-san en todo esto?
– Para que tomes el puesto, debes ser reconocida por al menos una de las empresas socias.
– Pero entonces, ¿las clausulas del contrato no se cumplirán? Porque Jiro no podrá continuar…
– No, no se cumplirán, porque tú serás la que lo comande todo. Si fuese en cambio, porque le pasase algún tipo de accidente a Jiro, y esto lo dejara en situación de no poder continuar con la empresa, entonces sí. Pero como tú serás reconocida como la nueva jefa, estamos a salvo –finalizó.
– ¿Y Kruger-san nos ayudara?
– Estoy segura de que ella lo hará –sonrió de forma juguetona.
………………………………………………………………………………………………………………………………...
– ¿Eh?
– ¿Te he confundido? –preguntó Miyu, observándola.
– No, es que es un poco difícil de creer –confesó– ¿de cuando acá los Kruger son socios de los Fujino?
– Son socios desde hace mucho tiempo –aclaró Miyu– el contrato se celebró con Tetsu Kruger y Ryû Fujino.
– ¿El abuelo?
– Sin embargo, ninguno de ellos buscaba el poder como lo hace ahora Jiro Iwasaki, o en este caso, Jiro Fujino.
– De acuerdo, veamos si lo entiendo… para que las cosas mejoren, necesito firmar un contrato de reconocimiento, donde la heredera de los Fujino dominará la empresa, de ese modo las clausulas de otro contrato no funcionarán, y entonces, ¿todo se resuelve? –finalizó observando detenidamente a Miyu, que asintió.
– Es correcto.
– Bien, ¿por qué no me ilustras? –dijo levantándose. Estaba enojada con la situación– ¡yo ni siquiera me puedo acercar a ese lugar!
– Es posible, pero…
– ¡No!, ¡ya basta de esto! –ni siquiera les permitió continuar, solo se salió de la habitación y se dirigió a su cuarto. Estaba enojada, más que eso. Lo odiaba, ella había buscado a una persona que lo único que había necesitado de ella siempre era su firma, firma como Kruger Natsuki. Pero lo que más le mataba era la constante duda. ¿Todo había sido solo por eso? Shizuru debió haberse divertido con todo lo que pasaba, porque de seguro ella lo sabía desde el principio. Definitivamente lo sabía. ¿Y si no? Y si en realidad ella no tenía ese conocimiento. Era frustrante, ¿por qué siempre que le importaba alguien tenía que haber un problema en medio? ¿Qué se suponía que tenía que hacer? Se encerró en su habitación, se tiró boca arriba a su cama, y se tapó los ojos con su brazo. Ya no quería más de eso.
– Natsuki, ¿puedo pasar? –preguntó desde el otro lado de la puerta, Mai.
– ¡Déjame en paz! –gritó, sin moverse.
– ¡Bien! –gritó Mai. Esa respuesta hizo que se sentara bruscamente en la cama. No, eso no era normal. Tokiha Mai, jamás se rendía tan rápido. En cuanto ese pensamiento le cruzaba por la cabeza, su puerta era derribada con una súper patada.
– A ver, ¡grandísima hija de tu m****! ¡¿Aun tienes el valor de contestarme así?! –Estaba que se la llevaba el mismísimo diablo, pero lo que le afligió, e hizo que se levantara y alejara lentamente, era la soga que la pelinaranja llevaba en sus manos– ¿¿Para qué es la soga?? –Se preguntó– Mira, Natsuki, yo quería hacer esto por las buenas –sonrió maliciosamente– ¡Mentira! Tú estabas esperando esta oportunidad, ¡y yo de baka te la di! –Pensó– pero como a ti te gustan las cosas por las malas…
– ¡Yo nunca he dicho eso! –se defendió.
– ¡No me importa! –gritó, y utilizó la soga para cerrar de forma definitiva la puerta.
– ¿Qué haces?
– ¿Qué no es obvio?, quiero hablar contigo.
– No hay nada de qué hablar.
– Oh, claro que si –completó y lanzó una foto, que se deslizo por el suelo, hasta detenerse frente a ella. Al acercarse, se percató de que se trataba de la foto que había sido tomada el día en que Alyssa y Shizuru se habían ido de paseo– vamos a hablar de tu siguiente movimiento.
– No hay siguiente movimiento –susurró, agachándose para tomar la foto– no lo entiendes Mai, ella no me quiere.
– Ella te necesita, Natsuki.
– Ella necesita la firma de Kruger Natsuki, nada más –dijo con pesar.
– Pero también necesita del corazón de Kuga Natsuki –completó.
– No es así –murmuró, cansada de todo. Por una vez quería dejarse llevar por la depresión.
– La foto que sostienes muestra a tu familia, o lo que podría ser tu familia –afirmó, y antes de que Natsuki renegara, ella continuó– ¿recuerdas como empezó todo esto?
– ¿Con una cita?
– Con una idea, una idea que se hizo una estrategia, un plan de conquista – dijo– tu solo querías conquistar a la mujer que amas.
– Suenas como si quisiera gobernarla, o adueñarme de ella… no es una propiedad ¿sabes? –lo ultimó lo había dicho muy bajito, aun así Mai la había escuchado.
– No, tu solo quieres conquistar, demandar, el corazón de la persona que posee el tuyo –comentó– Natsuki, tú ni siquiera conocías a Shizuru cuando decidiste que deseabas estar con ella. Hemos llegado hasta este punto solo por una razón.
– ¿Cuál?
– Amor. Y ahora, es tiempo de que termines el plan, que des el último paso para sobrepasar todo y quedarte con la chica –dijo, ¿era por tantas telenovelas que actuaba tan positiva? No lo entendía, ella siempre era así.
– Pero, ¿y después? –Preguntó, y ahora ella interrumpió a su amiga– ¿qué pasará después de haberlo intentado todo y no lograrlo?, ¿qué pasará cuando el plan acabe? Y si lo logro, ¿qué sigue después?
– Natsuki, hace mucho que nos salimos de todas las estrategias que teníamos. Hemos continuado a pesar de todo. El después solo depende de las personas, solo depende de ti y de ella, de si vale la pena continuar, o si deseas acabar. El punto aquí, es: ¿qué vas a hacer ahora? ¿Ayudaras al amor de tu vida? O ¿te quedarás sin hacer nada?
– Aunque quisiera hacer algo, no sé como acercarme –comentó ruborizada.
– Habrá una fiesta de compromiso en la mansión Fujino –dijo Miyu, metiéndose por la ventana.
– Aunque fuera –confesó sorprendida por la entrada de Miyu– ellos me reconocerían rápido.
– Te reconocerán como Kuga Natsuki, pero ellos no conocen a Kruger-san.
– ¿Qué es lo que pretendes? –preguntó confundida.
– Haremos que alguien se haga pasar por ti. Mientras tú, como buena delincuente, entraras por atrás –contestó Miyu.
– De ese modo, no sospecharán nada –dijo Mai.
– Pero no han mandado ninguna invitación.
– La señorita Akemi me la dio –dijo Miyu– ella está de nuestro lado. Mientras tú te diriges al salón que han preparado para que firmes el contrato. Tu doble mantendrá entretenido al señor Fujino.
– Yo…
– ¡Ve por ella, Natsuki! –la animó Alyssa desde el otro lado de la puerta.
– ¡Da el último paso! –siguió Mai.
– ¡Conquístala! –gritó Mikoto, al lado de Alyssa.
– ¡No te rindas, cachorra! –prosiguió Nao, guindada del techo.
– ¡Sin miedo! –sonrió Miyu.
– Sin miedo –asintió– Definitivamente, ¡voy a entrar a la mansión Fujino! – Se animó– Después de todo, es por eso que empezó esta locura, y solo acercándome conoceré la verdad –pensó– ¿Cuándo es la fiesta? –preguntó, y todas las demás se acercaron sonrientes. Nao abrió la entrada para Alyssa y Mikoto.
La última fase –pensó Mai– el último gran paso…
…………………………………………………………………………………………………………………………………..
– ¿Estás lista, mi querida hija? –preguntó Jiro, a su hija que estaba frente a él.
– Más que nunca –contestó con una convicción desconocida por su padre hasta el momento– Solo falta esto –pensó– y estaré contigo, Natsuki.
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
N... ¡Y apareció Miyu! xD. Enserio que este capítulo es uno de los más largos que he escrito, o eso creo...
Me parece, y si mi imaginación no se alarga, que el próximo capítulo es el ultimo. Les agradezco su apoyo, perdonen que me tarde tanto en publicar, pero entrar a la Universidad me ha dejado sin tiempo. Espero no tardar tanto con el próximo, lo tengo un poco avanzado, pero todo es un desorden de ideas. ¡Y no dejen de comentar! pues me ayudan a animarme a seguir ^^. Hasta pronto...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

genial!!!!!!!!!!!!!!

Alexsa dijo...

Wou!!!! esta super, ah!!! me he kedado pikada!, espero pronto escribas la continuacion xD please

Gracias ;)

Anónimo dijo...

Espero mucho el último capitulo *_*

Anónimo dijo...

increible me encanta la historia espero el final no te rindas ^^

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